Las personas felices y optimistas tienen doce años más de esperanza de vida, según estudios recientes. Si sales feliz del trabajo, lo más probable es que llegues a casa con ganas de disfrutar de la familia y de los amigos, y al revés. La infelicidad en el trabajo es probable que produzca infelicidad en el resto de ámbitos de nuestra vida.
El comunista Che
Gevara adornaba la entrada de los campos de concentración que constuía para homosexuales
con el lema “el trabajo os hará hombres”, parafraseando al "el trabajo os hará libres" de los campos de concentración de los nazis. Entre asesinos anda el juego. Para mi en cambio, el trabajo es de
hombres y de mujeres y es nuestra contribución a la creación del universo. Es
evidente que todos estamos llamados a trabajar y que la mayor parte de nuestra
edad adulta la pasamos trabajando o preparándonos para trabajar. Y por lo
tanto, o conseguimos ser felices en nuestros trabajos o no lo seremos en
nuestra vida.
La
primera tentación es pensar que la única felicidad que hallaremos en el trabajo
es el dinero que conseguiremos a cambio. Pues siento aguarte la fiesta, según
los expertos, la motivación de un mayor salario dura únicamente tres meses,
pero luego se olvida. La prueba es que hay mucha gente muy bien pagada que es
infeliz en su trabajo y otros que no
están tan bien pagados y sin embargo son tremendamente felices en su trabajo.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.
Es
probable que ni tú ni yo mandemos en nuestras respectivas empresas, pero sí
mandamos en nuestros sentimientos y reacciones. O por lo menos ésta es la
lucha de toda una vida de una persona sensata, poder llegar a mandar en si
mismo, sin que nada ni nadie le domine. Por lo tanto, nuestra felicidad
depende en primer lugar de una decisión personal de ser feliz. Para ser
feliz, no basta con quererlo, sino, como tantas cosas en la vida, tenemos que
poner medios para conseguirlo.
Voy a
compartir contigo algunos trucos que trato de aplicar para conseguir ser feliz
en mi trabajo. Cuentan que un empresario del gremio de los zapatos envió a dos
de sus mejores comerciantes en unos de los primeros viajes al Nuevo Mundo para
ver las posibilidades de negocio en la recién descubierta América. A su vuelta,
ambos fueron a verle y el primero le dijo:
-Van descalzos. Nada que hacer. No usan zapatos.
Pero el segundo, con una gran sonrisa en la cara, le
anunció:
-Van descalzos. ¡Queda todo por hacer!
Esta
historia va sobre la importancia de ver las cosas de forma positiva. El
pensamiento y la palabra crean realidad. Si pensamos positivo, si decimos en
positivo, crearemos una realidad positiva.
Pon
pasión en tu trabajo y piensa, si hoy fuera el último día de mi vida, ¿lo
viviría así? Acuérdate de la anécdota de los picapedreros. Unos picaban piedras
y otros en cambio, picando piedras, construían hermosas catedrales. En el trabajo, los
objetivos tienen que ser sueños con fecha de entrega.
Si quieres profundizar en éstas y otras ideas para ser más feliz en el trabajo, no te pierdas este libro.
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