lunes, 28 de marzo de 2022

LA NUEVA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA

Con Hermann Tertsch, eurodiputado español
Foto: @not_pictures.official (instagram)

 

A finales de 2020, el Grupo de Conservadores y Reformista Europeos (ECR), editaba una recopilación de artículos con el título de "Memoria histórica, amenaza para la paz en Europa". La recopilación incluye un artículo de Hermann Tertsch titulado "Memoria manipulada o el veneno de la mentira", que terminaba con una frase lapidaria y profética, "si nos roban la historia, perderemos el futuro". Muy en la línea de la Orwelliana "quien controla el pasado, controla el presente"

Al morir Franco, el régimen autoritario que encarnaba se auto disolvió en un proceso de democratización que incluyó un gran pacto de reconciliación nacional entre vencedores y vencidos de la guerra y las generaciones que no habían vivido la contienda. Con la llegada de los últimos refugiados y la celebración de elecciones libre se daban por cerradas las últimas heridas de aquella guerra ya lejana.

Pero en España, a principios del milenio, comenzó esa gran operación de cambio de régimen por parte de las fuerzas de la izquierda y del separatismo, mediante la deslegitimación de la Transición española para por un lado la izquierda conseguir mantenerse siempre en el poder y los separatistas alcanzar sus objetivos rupturistas de la nación más antigua de Europa. La nueva izquierda empuja al país de nuevo a la confrontación. Y para ello, necesita reescribir la historia desde 1931 hasta  nuestros días con el fin de encajar su pasado en un relato nuevo, más llevadero para la causa de la izquierda y los separatistas, aunque jamás haya existido en la realidad. Se trata de crear un pasado ficticio para deslegitimar en el presente a los rivales políticos.

En Alcalá de Henares, en el acuartelamiento de la Brigada Paracaidista, se encontraron en 2008 una fosa con los restos de varios cuerpos. Al amparo de la ley de memoria histórica de Zapatero se procedió a investigar el hallazgo y empezaron a desenterrar los cadáveres. Cuando se comprobó que no se trataba de víctimas del ejército de Franco sino de la represión republicana, la fosa se volvió a cubrir y los cuerpos permanecen allí, olvidados. Esta anécdota define muy bien que es lo que se pretende con este tipo de leyes liberticidas.

El progresivo deterioro del voto a los socialistas en España, como en toda Europa, es la razón por la que Pedro Sánchez intenta imponer a gran velocidad sus dogmas y tratan de establecer procesos de adoctrinamiento transversales, continuos y reforzados por leyes, multas y represalias.

En estos 140 años, la izquierda ha aprendido que el asalto al poder pasa hoy por mantener alguna apariencia democrática. Ha aprendido que no conviene andar matando gente, como antaño, ni incendiado iglesias. Ha descubierto que son más eficaces los buenos modales y las palabras suaves. El objetivo es mantenerse en el poder por tiempo ilimitado.

La primera fase de esta operación del cambio de régimen es el asalto a los resortes claves de la justicia y del Tribunal Constitucional. La segunda, la quiebra de la unidad nacional. Si alcanza sus objetivos con la primera, no necesitarán reformar la Constitución para traicionarla, puesto que no habrá tribunal que cuestione sus decisiones. El tercer elemento de este proceso, pero no por ello menos importante, es el del adoctrinamiento.

Adolf Hitler escribía en "Mi lucha": "Numerosos defectos morales que en la actualidad pesan sobre nuestro pueblo, podrán ser, si no extirpados completamente, por lo menos atenuados en gran parte, gracias a las ventajas de un sistema de educación bien orientado. El Estado tiene por lo tanto la obligación de controlar su educación y oponerse al abuso" Por ese motivo, la izquierda de este país quiere acabar con el principio de que la educación de los hijos sea un derecho de los padres. Quieren que la educación sea un monopolio del Estado y por esa línea van las reformas educativas que nos tratan de imponer y con las que se profundiza en los procedimientos de adoctrinamiento a través de todas las materias y en todos los niveles educativos.

El nuevo anteproyecto de ley de memoria democrática se refiere solo a los hechos acecidos a partir de 1936 y únicamente a los hechos protagonizados por los miembros y funcionarios del régimen de Franco. Todos los crímenes cometidos entre 1931 y 1936 quedan fuera de su ámbito de aplicación. Quedan excluidos de esta ley las actuaciones criminales de los miembros de los grupos terroristas pertenecientes al PCE, el llamado "maquis", que siguiendo la órdenes de Stalin, desarrollaron actividades violentas durante los años 40 y 50.

Quedan fuera del amparo de la ley las víctimas de las centenares de checas donde se torturó y asesinó por razones ideológicas. Solo en Madrid, entre 1936 y 1939 había más de 50 centros de detención, 24 cárceles oficiales, decenas de lugares donde se procedía a las ejecuciones extrajudiciales y 345 checas

Las checas estaban organizadas y controladas por los partidos que formaban el Frente Popular. En estos centros de represión y crimen actuaron 1.143 chequistas, de los que tan sólo 91 rindieron cuentas ante la Justicia. Con esta ley, 1052 torturadores y asesinos se convierten en héroes de la democracia, quizá este dato pueda ser un buen resumen de lo que esta ley significa. Pero el delirio es aún mayor.

Según el anteproyecto, quien lleve a cabo un acto contrario a la memoria democrática puede ser multado con hasta 150.000 euros, más la clausura de la publicación o cierre de la institución hasta dos años. Con ello no sólo se pretende imponer una interpretación obligatoria de la historia, sino erradicar también las libertades de expresión, de opinión,  de enseñanza y de libertad de cátedra. 

Todo esto constituye un motivo más y un acicate para seguir construyendo una alternativa al Sanchismo-separatismo, no para que todo siga igual, sino para revertir esta situación y traer a España nuevos aíres de concordia, libertad, unidad y reconciliación definitiva entre españoles.

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