AGENDA 2030. OBJETIVOS 4 Y 10

En España es urgente llevar a cabo un proceso de reindustrialización, hay que impulsar el sector primario como medio para repoblar las zonas del interior y conservar nuestro rico medio natural, hay que fomentar la natalidad y llevar a cabo la reconversión y desmantelamiento de la "industria política". En España hay que hacer todo lo contrario de lo que plantea la Agenda 2030, que es en lo que esta empeñado el consenso progre.

Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, es el objetivo número 4. Pero lo que en ningún momento se pide es garantizar la libertad de los padres para elegir la educación que quieren para sus hijos. Es más, la educación se presenta como un ámbito de adoctrinamiento acerca de la nuevas ideas que se quieren imponer, empezando por las propias ideas que inspiran la Agenda 2030, y que han de imponerse en el nuevo mundo que surja a partir del año 2030.

A nuestro escolares hay que enseñarles que la historia de occidente es reprobable y desde ese complejo, la civilización occidental ha de diluirse como un azucarillo en el trágala globalista. La historia deberá de dejar de ser historia para convertirse en política. Nada nuevo bajo el sol, de lo que se trata es de resucitar el materialismo histórico marxista, si alguna vez llegó a extinguirse, que no lo tengo claro.

Personalmente, lo que más me ha molestado de este objetivo, es el empeño por becar a los mejores alumnos de los países menos desarrollados para que vengan a estudiar a los países más desarrollados. Es decir, una prueba más de que no quieren acabar con la pobreza en el mundo, sino someter y adoctrinar a todo el mundo. Realmente están planificando una fuga de cerebros de los países en desarrollo en vez de impulsar la educación y formación en esos países, que de esta forma deberán seguir proveyendo de mano de obra barata a los poderosos de este mundo, impulsores de la Agenda.

Reducir la desigualdad en los países y entre ellos, dice el objetivo número 10. Y las únicas ideas que se les ocurre son facilitar las migraciones y de paso impulsar las deslocalizaciones de las empresas. Ambas medidas lo único que procuran es el estatus quo actual y en ningún caso favorece el desarrollo de los trabajadores ni de países desarrollados ni de los no desarrollados. Su escondido y verdadero objetivo es abaratar el coste de la mano de obra aquí y allá, para que los ricos sean más ricos y los pobres sigan siendo pobres. Ahora que esta tan de moda la palabra empoderamiento, ¿sabes cuándo los trabajadores se empoderan? Cuando no hay paro y el trabajador deja de tener miedo de perder su empleo y el sustento de los suyos. Cuando hay pleno empleo, es el trabajador es que elige y exige sin necesidad de que venga ningún sindicalista o político a aprovecharse de su trabajo con la excusa de defenderle.

La tasa de paro juvenil en España esta situada en el 40%. A duras penas nuestros jóvenes pueden emanciparse, tener un proyecto vital o formar una familia y tener hijos. ¿Este es el mundo que estamos construyendo? Estos son problema reales a los que hay que buscar soluciones reales y dejarse de falsos objetivos que vienen a actualizar el empeño de unos poderosos, que aliados interesadamente con las "élites pijiprogres", quieren garantizar su supremacía para siempre. La defensa de estos jóvenes ha desaparecido de la agenda política del consenso progre, que se encuentra enfrascado y enfangado en la defensa del catálogo de mandamientos de la nueva religión globalista: ideología de género, agenda LGTBI, lucha de sexos, apocalipsis climático, desmemoria histérica o el impulso de nuevos hábitos de consumo y alimentación. Y a lo mas que llegan es a proponer para nuestra juventud un ingreso mínimo vital, que les convierta en súbditos del poder establecido, como usuarios perpetuos de la nueva cartilla de racionamiento del siglo XXI.