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Imagen de Ceuta |
El 21 de agosto de 1415, en una sola jornada, Enrique el Navegante reconquista Ceuta para el rey Juan I de Portugal.
El 4 de agosto de 1578, el joven rey de Portugal don Sebastián muere en la batalla de Alcázar-Kebir contra los marroquíes, sin dejar descendencia directa. El ejército portugués fue totalmente destruido, su nobleza secuestrada y su rey muerto en combate, dejando el trono de Portugal vacío, sin un heredero que le sucediese. Su tío-abuelo, el cardenal don Enrique, El Casto, de 77 años de edad, asumió la regencia, convirtiéndose la sucesión al trono en un problema de política internacional.
Felipe II consideró que tenía derecho a ocupar el trono, y lograrlo supondría la consecución de un importantísimo objetivo político, como era la reunificación de dos grandes imperios: España y Portugal. Y la reunificación por fin de la Península Ibérica, tantas veces soñada anteriormente por españoles y portugueses. Felipe II era hijo de la emperatriz Isabel de Portugal y nieto del rey Manuel I de Portugal. Finalmente fue proclamado rey de Portugal en 1580 con el nombre de Felipe I de Portugal.
Sesenta años después, reinando ya en España Felipe IV, aprovechando la revuelta catalana de 1640 y la debilidad de la monarquía hispánica, Juan, duque de Braganza, fue elegido rey de Portugal como Juan IV, primer rey de la casa de Braganza, que gobernó Portugal hasta la finalización de la monarquía, rompiéndose la unidad entre España y Portugal.
Pero sin embargo, los ceutíes decidieron continuar bajo la corona de los Austrias, solicitando la incorporación a la Corona de España con todas sus prerrogativas, fueros y privilegios, que le serían reconocidos al fin, con el tratado de Paz y Amistad firmado entre ambos reinos en 1668. Una decisión por la españolidad que fue premiada con los títulos de Siempre Noble, Leal y Fidelísima, que se unió al de Ciudad, que ostentaba desde la sentencia papal de 1421.
¿De quien era Ceuta antes del siglo XV? Pues Ceuta fue romana y luego del reino visigodo español con capital en Toledo. En el año 710, don Rodrigo fue proclamado rey de España. Pero en Ceuta existía un gobernador llamado don Julián que resultó ser enemigo de don Rodrigo y partidario de los otros pretendientes al trono de España, hijos del anterior rey Witiza.
¿Y que hizo don Julián? Pues asesoró a Táriq para cruzar el estrecho y le dejó cuatro barcos, con los que llegaron a
Tarifa las primeras tropas musulmanas. La facilidad de conquistar Tarifa y el gran botín obtenido hizo que Táriq cruzase el estrecho con buena parte de sus tropas.
Por lo que podemos afirmar que la conquista musulmana de la Península Ibérica comenzó en Ceuta y con la ayuda del gobernador de Ceuta.
¿Y después qué? Pues que desde que Abderraman III proclamó su propio califato en Córdoba en el año 929, Ceuta siempre dependió de la península. En los primeros reinos de taifas, la ciudad estuvo vinculada primero a Málaga, luego a Granada y, después de las conquistas almorávides y almohades, pasó a formar parte de la taifa de Murcia. Tras un breve control por parte de algunas dinastías africanas, la ciudad formó una taifa. Después de muchos cambios de gobierno y autogobierno, en 1415, los portugueses conquistan Ceuta a los benimerines.
El territorio del actual reino de Marruecos estuvo siempre poblado de diferentes tribus bereberes, que igual que la Península Ibérica sufrieron la invasión árabe a finales del siglo VII. El reino de Marruecos tal y como le conocemos hoy surge en 1956, después de que Francia y España se retirasen de la zona, puesto que desde 1912 el sur del actual Marruecos constituía un protectorado francés y el norte un protectorado español.
Por lo que a la pregunta de cuando fue Ceuta de Marruecos, la respuesta es NUNCA.
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La bandera de Ceuta conserva el escudo de Portugal |
Ceuta es hoy una ciudad de convivencia de culturas. En 2019 contaba con 84.434 habitantes, con una altísima densidad de población de 4.222 habitantes por kilómetro cuadrado. La mayoría de la población, algo más de la mitad, son cristianos (católicos sobre todo, aunque existen siete pequeñas comunidades de evangelistas) o no profesan ninguna religión. Aproximadamente un 43% son musulmanes; es decir, unos 37.000 habitantes. La inmensa mayoría de los musulmanes son españoles, puesto que solo hay 5.281 musulmanes extranjeros. Menos de 50 personas de estos extranjeros no son marroquíes, por lo que se constata que casi todos los inmigrantes son del país vecino. Además de la comunidad musulmana, la ciudad del Estrecho también es hogar, desde hace 128 años, de una comunidad de origen indio y religión hindú. Estos indios mantienen aún su lengua, el sindi, hablada en la India por 1.7 millones de personas en la frontera con Pakistán, donde tiene a su mayoría de hablantes (18,5 millones).Y aún hay que mencionar a otra comunidad de esta multicultural ciudad: la judía. Presente en Ceuta desde el Imperio romano, se mantiene de forma continua en la ciudad. Incluso después de la expulsión de los judíos de la Península Ibérica, siguieron residiendo allí varias familias que formaron parte activa del floreciente comercio de la urbe con el norte de África.
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